Extraído de canteras de la Toscana, es una piedra natural de gran distinción y valor. Al igual que los mármoles blancos de Carrara, se utiliza en obras arquitectónicas desde la Antigüedad.
Se caracteriza por su atractiva combinación de blancos suaves y grises tenues que se fusionan en un patrón de diseño atemporal y clásico. Su veteado puede ser redondeado o recto, dependiendo de la subvariedad y de su ubicación de extracción.